Aseguran que la medida ayudará a "transparentar el mercado", pero dudan de que los clientes opten por dejar de lado la financiación. Especialistas sostuvieron, a su vez, que la baja de precios que pretende el gobierno dependerá de la "competencia" que se genere y las "estrategias de las empresas y el gobierno".
A través de la resolución 51 – E/2017, el Ministerio de Producción de la Nación dispuso que, a partir del 1 de febrero, los comercios que exhiban beneficios de financiación con tarjetas de crédito “no podrán incluir en sus anuncios la frase ‘sin interés’ cuando el costo de financiación del producto o servicio sea trasladado al precio de venta al consumidor”. Así la disposición obliga a discriminar el precio al contado de un producto de su valor al pagarlo en dos cuotas o más. Si bien desde el gobierno argumentan que la medida busca favorecer la compra al contado y “transparentar los precios”, algunos comerciantes de la ciudad suman sus dudas al respecto y aseguran que “esta medida en temporada podría generar más confusión”.
Guillermo, dueño de un local de ropa de surf ubicado en Juan B. Justo al 1200, aseguró que la medida “no la entiende”. Sostuvo que más del 50% de las ventas son en tarjeta, y que si bien ellos intentan beneficiar a quienes paguen al contado, “la gente opta por la financiación. No tienen efectivo”.
Coincide, en tanto, que las cuotas que manejan “son sólo sin interés para el cliente”, porque “pagar en débito o en efectivo” no implica el mismo costo financiero para ellos. “Si me pagan en efectivo 100 pesos, me quedan 100 pesos, pero si me los pagan con débito me sacan cerca de un 5%. Para nosotros no es lo mismo”, argumentó.
La disposición oficial, sin embargo, establece que “no podrán efectuar diferencias de precio entre operaciones al contado o efectivo, o en un solo pago con tarjeta de débito, de compra, de crédito u otros medios electrónicos de pago”, lo que incrementa las dudas.
Reconoció también que el artículo que los insta a colocar la información del costo financiero total junto al precio exhibido podría generar más confusión en los clientes.
“Voy a tener que llenar la vidriera de precios y eso sólo generará confusión. Aún más en plena temporada”, expresó.
Si bien los comercios consultados por LA CAPITAL aseguraron que la medida “transparentaba” la utilización de las cuotas, muchos sembraron dudas respecto si la misma fomentaría el consumo en efectivo o cómo se articulará con los descuentos de la tarjetas.
Sabrina, encargada de otro local de indumentaria de la avenida comercial, sostuvo que “aún no le comunicaron” cómo deberá implementar los cambios, pero duda que la gente elija pagar en efectivo. “No sé si va a haber cambio, hay gente que paga una remera de 200 pesos en 12 cuotas”, aseguró.
En la misma línea se pronunció Soledad, empleada de una de las jugueterías más reconocidas de la ciudad. “Nuestras ventas son casi el 70% en tarjeta, no sé si esta medida implicará un cambio. Todavía es muy reciente, no sabemos cómo la van a llevar adelante”, expresó.
Por su parte, María, titular de uno de los locales de sweaters más tradicionales de la calle Güemes, aseguró que la medida le parece “muy razonable”.
“Los que pagan de contado son los que financian a los que pagan con tarjeta y en cuotas”, argumentó y agregó: “Lo que no sé si tuvieron en cuenta el tema de los incentivos para pagar con determinadas tarjetas con importantes descuentos que ofrecen algunos bancos. Usando la lógica se supone que no podrán hacerlo más y lo celebro, ya que me parecía muy desleal”.
Transparentar el mercado
Raúl Lamacchia, presidente de la Unión del Comercio, la Industria y la Producción (UCIP), celebró la medida entendiendo la misma como una manera de “transparentar el mercado” y favorecer a los “pequeños comerciantes”.
“Creemos que esto va encaminado a transparentar el mercado, a descender, en alguna medida, el costo al consumidor y darle tranquilidad al comerciante de que pueda competir con las grandes marcas”, expresó.
“Las tarjetas de crédito, que son las que manejan la mayoría de las promociones, van a seguir con la venta en cuotas y buscando mecanismos de promoción que le sirva al comercio y a la propia tarjeta”, manifestó.
Consciente de que la medida es muy reciente, el titular de la UCIP aseguró que “se encuentran reunidos para evaluar la resolución y asesorar a los comerciantes”, quienes, sostuvo, “pueden confundirse con los conceptos bancarios” planteados en el documento que habilita la medida a partir del 1 de febrero.
¿Aumentarán o bajarán?
La medida busca fomentar el pago en efectivo y que los bancos y emisores de tarjetas compitan para bajar los costos. A su vez, en conferencia de prensa, el ministro de Producción, Francisco Cabrera, no pudo evitar una expresión de deseo respecto a la otra razón: “Es obvio que con esta medida los precios tendrían que bajar”, lanzó.
Matías Carugati, economista marplatense y director del área de Economía de la consultora Management & Fit, aseguró que “esta medida busca que el precio de contado descienda, ya que hasta ahora ese precio incluía, de forma oculta, los intereses de la financiación de las cuotas ‘sin interés'”.
Destacó, a su vez, que la estimación de que la iniciativa provocaría una caída de los precios entre un 15-20% fue hecha por el Banco Central “y resulta, en el mejor de los casos, una aproximación”.
“Es difícil saber hoy cuánto bajarán los precios porque eso depende del grado de competencia que haya en cada sector y las estrategias que adopten las empresas y el propio gobierno, frente a eventuales incumplimientos”, dijo y agregó: “Por caso, puede ocurrir que el precio hoy mal llamado ‘de contado’ se mantenga igual y aumente el precio al pagar en cuotas”.